Javier Oria: Infinitud de cariño y una pasión sin límites es como podría comenzar a hablar de Eva y sus clases ballet.

Vivir en primera persona cómo nos enriquece de manera continuada y persistente sacando lo mejor de cada persona es una experiencia inolvidable. Ser consciente del enorme trabajo de profundidad que lleva consigo a cada clase, tan personalizado, entregado con tanto cariño y confianza de que lo vamos a hacer bien es algo que transciende el propio arte y se lo lleva cada quien como un tesoro muy personal. Si te encuentras con Eva déjate caer, vas a volar.

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